Revés
REVÉS A DOS MANOS:
Poco a poco se va imponiendo el revés a dos manos sobre el revés a una mano, principalmente podemos decir que por las siguientes razones:
- Cada vez se empieza más pronto a jugar al tenis y a competir, y la ejecución del revés a una mano, en estas edades principalmente, es complicada por la carencia de fuerza de los jugadores jóvenes.
- Cada vez los saques son más potentes y con el revés a dos manos es más fácil poder bloquear la pelota delante.
- Es más fácil atacar la pelota arriba con el revés a dos manos (debido a la ayuda de la mano no dominante) que con el revés a una mano.
- El revés a dos manos nos da un poquito más de margen de impacto de la pelota, ya que la mano no dominante nos ayuda a corregir o arreglar algunas bolas que con el revés a una mano nos resultarían imposibles y nos obligarían a cortar.
En definitiva, con el revés a dos manos logramos tener más soporte en la raqueta, más fuerza y cada vez es más utilizado por todos los jugadores/as. Las fases en las que dividiremos el golpe a la hora de la explicación son las mismas que en el golpe de derecha: 1. Inicio; 2. Preparación; 3. Ataque; 4. Impacto; 5. Finalización.
1. Inicio:
Situaremos los pies mirando hacia la red, con todo el peso del cuerpo repartido entre ambos. En cuanto a la empuñadura a emplear en este golpe, la mano derecha agarrará la raqueta con la empuñadura continental y la mano izquierda con la empuñadura este de derecha (de zurdo). Situamos una mano a continuación de la otra, nunca superpuestas. El tronco bien derecho, la cabeza alta y las rodillas ligeramente flexionadas.
2. Preparación:
En la segunda fase, "la preparación del golpe", giramos los hombros, ayudándonos de ambas manos. Al mismo tiempo que abrimos el pie del golpe (en este caso el izquierdo) bajamos la raqueta hasta colocar el tapón del puño señalando a la bola que nos viene.
3. Ataque:
En el ataque intentamos movernos hacia la pelota para llegar a ella con los dos pies bien apoyados en el suelo. Al llegar a la bola, podemos apoyar los pies en posición cerrada o en posición abierta. En ambos casos, el tapón de la raqueta seguirá apuntando a la bola.
4. Impacto:
En el "impacto", intentaremos golpear la bola a la altura de la cintura, con el tronco bien derecho y la cabeza mirando a la bola. En el caso de llegar a la bola en posición cerrada, la transferencia del peso es lineal, de atrás hacia adelante, por lo que el talón de la pierna izquierda se levanta completamente. En el caso de llegar a la bola en posición abierta, la transferencia del peso del cuerpo es angular, por lo que el talón de la pierna derecha es el que se levanta completamente.
5. Finalización:
Después del impacto, el brazo (en este caso el izquierdo) se extiende completamente en la dirección que queremos darle a la bola, la palma de la mano va hacia afuera y el codo queda situado a la altua del hombro. Las caderas han girado completamente hacia la red, el tronco permanece derecho y la cabeza alta.
REVÉS A UNA MANO:
Quizás es uno de los golpes menos usados en el circuito actual. Como hemos comentado previamente, últimamente el revés a dos manos se está imponiendo sobre este, por su menor complejidad y las mayores posibilidades que ofrece. A priori, el revés a una mano será nuestro golpe "débil", por ello, una buena y segura ejecución nos va a ayudar a sorprender a los rivales, dado que en muchas fases del juego nos cargarán su juego sobre este lado.
1. Inicio:
La postura de inicio es similar a la que venimos comentando. Situaremos los pies mirando hacia la red, con todo el peso del cuerpo repartido entre ambos. La mano que agarra la raqueta con la empuñadura este de revés (la más empleada) y el brazo izquierdo sujetando la raqueta por el corazón. El tronco bien derecho, la cabeza alta y las rodillas ligeramente flexionadas.
2. Preparación:
En la "preparación del golpe", giramos los hombros, ayudándonos con la mano que sujeta la raqueta en el corazón. Al mismo tiempo que abrimos el pie del lado del golpeo (en este caso el izquierdo). Bajamos la raqueta hasta colocar el tapón del puño señalando a la bola.
3. Ataque:
En el "ataque" intentamos movernos hacia la pelota para llegar a ella con los dos pies bien apoyados en el suelo. Al llegar a la bola, podemos apoyar los pies en posición cerrada o en posición abierta. En ambos casos, el tapón de la raqueta seguirá apuntando a la bola.
4. Impacto:
Intentaremos golpear la bola a la altura de la cintura, con el tronco bien derecho y la cabeza mirando a ésta. En el caso de llegar a la bola en posición cerrada, la transferencia del peso es lineal, de atrás adelante, por lo que el talón de la pierna izquierda se levanta completamente. En el caso de llegar a la bola en posición abierta, la transferencia del peso del cuerpo es angular, por lo que el talón de la pierna derecha es el que se levanta completamente.
5. Impacto:
Después del impacto, el brazo se extiende completamente en la dirección que queremos darle a la bola, la palma de la mano va hacia afuera, y el codo queda situado a la altura del hombro. Las caderas han girado completamente hacia la red, el tronco permanece derecho y la cabeza alta.